Editorial/ LA PATRIA
La necesidad de 40 kilómetros de pavimento que
hacen falta entre las cabeceras municipales de Salamina y Marulanda, pasando
por el corregimiento de San Félix, llevaron a que la comunidad de los tres poblados
se manifestara ante la dirigencia regional y nacional, con el objetivo de
lograr que esa obra ayude a potencializar todas las ventajas y virtudes que esa
zona de Caldas tiene, no solo en materia de producción de leche, queso, carne y
papa, sino en alternativas ecoturísticas que serían ampliamente valoradas por
quienes los visiten.
Se trata de un viejo anhelo que vuelve a
reactivarse ahora que miembros de la comunidad se movilizan para hacer ver que
esa región puede hacer un gran aporte a la economía caldense y colombiana, si
se cuenta con una mejor carretera que hagan más competitivas las actividades
productivas de esa zona. LA PATRIA acompañó el pasado lunes esas expectativas
comunitarias, con un foro realizado en la sede del Ceres de Salamina, en el que
se evidenció que hay una gran riqueza agropecuaria y turística que podría tener
mejor destino si se contara con vías de comunicación óptimas.
Nos complace mucho que, al final del evento, la Administración Departamental les haya respondido en forma positiva a los habitantes de dichas poblaciones, comprometiéndose a que en los próximos años se pavimentará esa carretera, tal y como está previsto en los planes que ya cuentan con recursos de inversión. Ya están los estudios, ahora llega la etapa de la ejecución. Esperamos que los compromisos gubernamentales se concreten y que, incluso, puedan agilizarse los cronogramas, de tal manera que las obras puedan comenzar el año entrante como es el clamor de los caldenses de esa región.
En los tiempos recientes se ha observado que además
de los desplazamientos que, durante las dos décadas pasadas, ocasionaron los
grupos armados ilegales, muchos pobladores de la zona también han optado por
irse debido a la falta de oportunidades. Esto es a todas luces contradictorio,
cuando se cuenta con potenciales tan valiosos que podrían dar empleo para
muchos de los actuales habitantes de la zona, e incluso para los de otras
regiones del departamento. No se equivoca el alcalde de Marulanda, Mauricio
Andrés Restrepo, cuando dice que allí podría estar la gran despensa agrícola de
Caldas.
Ahora bien, más que los 40 kilómetros de carretera
que, sin duda, hay que pavimentar, Caldas tiene la responsabilidad de recuperar
ese ambicioso proyecto que nunca pudo concretarse, pero que hoy más que nunca
es necesario, como es la Transversal de Caldas, con la que puedan conectarse La
Felisa (puerto sobre el río Cauca) con La Dorada (puerto sobre el río
Magdalena), lo que además de darle nueva vida a nuestros municipios del norte y
del oriente de Caldas, conectaría en forma estratégica el centro con el
occidente del país.
Hoy ya se cuenta con un contrato plan de $82 mil
millones para el tramo que reclama la comunidad y con otros $76 mil millones
para la vía entre Marulanda y Manzanares, en los cuales el Gobierno Nacional ha
dado importantes respaldos. Lo que se espera ahora es que se siga con los demás
tramos de la Transversal, de tal forma que muy pronto exista una carretera
moderna en esa región clave de Caldas. Si se trata de construir vías que aporten
en forma efectiva a la competitividad de Colombia, esa carretera es claro
ejemplo de ellas.
Lo primero debe ser que se garantice la
pavimentación total de la vía entre Salamina y Marulanda, como es el deseo
inmediato de una amplia comunidad, pero esa obra debe convertirse en la
“primera piedra” de la gran Transversal. Ahora que se busca potencializar el
Paisaje Cultural Cafetero esta vía también permitiría avanzar francamente en
esa dirección. La Gobernación de Caldas debe tomar esto en cuenta para tratar
de obtener financiación a través de regalías, por ejemplo.
Fecha de publicación:
Miércoles, Abril 30, 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.