Quiero pasar el resto de mi vida tranquilo y feliz
Para Don Roberto Antonio Román Román de 74 años, quien
habita en una casa a punto de derrumbarse, nada ha cambiado desde hace un año,
cuando el hecho fue dado a conocer por los medios. Al contrario, todo ha
empeorado. A su soledad, se suma la enfermedad y la falta de trabajo estable
que suministre lo necesario para poder comer.
Después de estar unos años en Bogotá regresó a su
tierra natal en 1995. Aquí colocó un negocio de lapidas cerca al cementerio San
Esteban, el cual dejó ante el pedido de un familiar, para irse a vivir a una
finca en el sector del río Chamberi, porque él y su esposa estaban viejos y
enfermos. Por lo que dejó sus pocas pertenencias en el sitio que hoy ocupa y se
marchó. Después de la muerte de su tío, abandonó la finca y se vino a vivir al
pueblo, porque los inquilinos se habían ido y estaban robando la propiedad. “A
los tres meses de estar aquí se vino al suelo casi la mitad de la casa y me
quedé sin baños y sin cocina, tanto en la parte alta como en el primer piso.
Desde entonces estoy en la única pieza que tiene la vivienda, sin servicios de
agua, ni luz”, dijo.
Antes vendía lotería, bonos y rifas para poder vivir,
pero ahora no puede, porque según dice él, “se encuentra enfermo del corazón,
de la presión y de la asfixia y toca seguir aguantando”. Y señaló: “no me han
dado ninguna ayuda. Me gustaría pasar el reto de mi vida tranquilo, feliz y sin
molestar a nadie”.
Nota: Quienes quieran ayudar a Don Roberto Antonio, lo pueden hacer a traves de este medio. Él de antemano les agradece. Aun hay mucho por hacer, contamos con su ayuda y buena voluntad. MUCHAS GRACIAS.
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