“Qué bueno el alumbrado navideño en los
pueblos y que nunca se acabe esta tradición, al igual que la novena, los
buñuelos y los regalos”, dijo el pasado lunes en Salamina, Arley Valencia
Castrillón, uno de los empleados de la Chec, mientras instalaba unos adornos en
la plaza de Bolívar de este municipio.
Porque para él y muchos otros, la época de
navidad es de alegría, de esperanza. Las personas mayores recuerdan con
nostalgia otras épocas de navidad, cuando los muchachos iban por los barrios
cantando villancicos, pidiendo dulces y esperando con ansias el 24 de diciembre
para recibir el regalo del Niño Dios.
Este alumbrado es posible por el convenio
entre la Alcaldía Municipal y la Chec. Para esta ocasión se instaló en el
parque un pesebre completo, 2 campanas enormes, un caballo frente a la Basílica,
estrellas, pendones, gargantillas y cuatro reflectores; en la Alcaldía, entre
otros adornos, gargantillas y estrellas y al corregimiento de San Félix se
lleva un pesebre, para que adorne su parque principal.
“Ver y no tocar”, aconseja Valencia
Castrillón, refiriéndose al cuidado que debe tener la comunidad con los
arreglos navideños.
Fotografías y texto: Luis Fernando Rodriguez garcia
2 de diciembre de 2014
Salamina - Caldas
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