El nombre de Salamina
“Rompió el día, y al
nacer el sol, hubo un temblor de tierra y de mar”.
Fragmento “La Batalla
de Salamina”, según Heródoto.
Mucho se ha
especulado sobre el origen del nombre dado a Salamina, relacionándolo con la
gran batalla naval en la cual Temístocles venció a Jerjes, 480 años antes de
Cristo. Pero qué importancia tuvo ese acontecimiento y que representaba
Salamina (Grecia), en el ámbito histórico, para que fuera ese el motivo de los
fundadores para bautizar la naciente población con ese nombre?
Salamina (en griego,
Salamis), es una isla localizada al este de Grecia, en el golfo de Egina, brazo
del mar Egeo, junto a la costa de Ática. Tiene una superficie de 93.2
kilómetros cuadrados, basa su economía en el cultivo del trigo, la producción a
gran escala de vino y de aceite de oliva, lo que junto con la pesca representan
la más importante ocupación de sus
habitantes. En el año 480 a.C., se suscitó allí un dramático enfrentamiento
entre el gran estratega Griego Temístocles
y Jerjes I, rey de Persia. Posteriormente la isla fue ocupada por los
macedonios en el año 318 a.C, volviendo a estar bajo la égida de los atenienses
un siglo después.
Temístocles vivió
entre los años 527 y 460 a.C, ingenioso guerrero y estratega, cuando se enteró
de las intenciones de Jerjes, que preparaba una nueva invasión a Grecia y una
vez hubo consultado el oráculo de Delfos, que le indicó defendiera la ciudad
con “murallas de madera”, que el general interpretó como “Barcos de Guerra”;
convenció a los ciudadanos para invertir en una gran flota los recursos de la
ciudad, cosa que intentó hacerse. Los días previos a la gran batalla, las
gentes aterrorizadas abandonaron la ciudad y enviaron a sus hijos y mujeres a
estados vecinos y aun los propios soldados estuvieron a punto de dispersarse y
rendirse por el terror que infundían los poderosos ejércitos de Jerjes.
Salamina fue la cuna
de Áyax llamado “el baluarte de los aqueos”, poderoso guerrero que combatió en
la guerra de Troya, y que según la mitología, embravecido por no habérsele
concedido la armadura del difunto Aquiles, decidió dar muerte a los temibles
jefes griegos Agamenón y Menelao; perdida la razón, degüella los ganados
creyendo matar a los Atridas, por lo que la diosa Atenea, golpea con suma
violencia a Áyax, quien decidió suicidarse clavándose su propia espada; era
hijo de Telamón y de Peribea su segunda mujer.
Habiendo sido
desterrado de Egina, Temístocles y su hermano Peleo por el asesinato de su
hermanastro, se refugió en Salamina donde contrajo matrimonio con Glauce
ascendiendo al trono, convirtiéndose en rey. Dentro de sus más importantes
hazañas, se recuerda su participación al lado de Hércules en la muerte de
Laomedonte, rey de Troya, acción que le
permitió acceder a Hesíone hija del rey, con quien engendró a Teucro, que se
convirtió en gran arquero y formidable guerrero; también lo perpetúa la cacería
del Jabalí de Calidó y el viaje de Jasón y los Argonautas en búsqueda del
vellocino de oro. Teucro fue desterrado de Grecia por su padre, por no haber
impedido la muerte de Áyax, zarpando hacia Chipre para fundar otra Salamina,
donde en el año 306 a.C., Demetrio derrotó a Tolomeo I, rey de Egipto,
restableciendo el predominio marítimo de Atenas.
La Batalla de
Salamina, es una de las más importantes dentro de las llamadas Guerras Médicas,
por haber deteniendo el avance de Jerjes I el 29 de septiembre del 480 a.C. Los
persas bajo el mando de su rey Jerjes, habían avanzado exitosamente a través de
Grecia, y en el año 480 a.C, habían
capturado a Atenas. Sin embargo, las provisiones griegas como las persas
durante el desarrollo de la guerra fueron escaseando, por lo cual, existían
divergencias entre los griegos en cuanto a cual debía ser su próximo
movimiento; algunos abogaban por retirarse de inmediato al peninsular istmo de
Corinto. No obstante, el gran general
ateniense Temístocles sostuvo que era más efectivo emplear una política naval astuta y agresiva, evitando
con sus argumentos el repliegue de los ejércitos griegos. Amenazó con retirar
la flota ateniense dejando desguarnecido el golfo, por lo que el resto de la
fuerza griega tuvo que ceder.
Entonces Temístocles
con una bien planificada estrategia, envía un esclavo a Jerjes, haciéndole
saber que la flota ateniense estaba resuelta a volverse contra el resto de los
griegos y que los persas solo tenían que atacar para asegurar la victoria.
Jerjes, engañado con éste truco, inmediatamente atacó con su flota de unos 350
barcos. Cuando los persas avanzaron, los griegos retrocedieron hasta la bahía,
una maniobra táctica para atraer al enemigo. Entonces los griegos emprendieron
una feroz lucha cuerpo a cuerpo, ante la inmovilidad de los barcos persas fondeados
en el golfo, con dificultad para el desplazamiento. La batalla fue un gran
éxito para los griegos, que solo perdieron 40 barcos, mientras que los persas
vieron desaparecer 200 y desintegrar sus fuerzas. Esta victoria fue posible
gracias a las sutiles tácticas de Temístocles y al valor e impresionante lucha
de la flota griega.
El vencido Jerjes
(Ahasuerus), fue rey de Persia entre los años 486 y 465 a.C., miembro de la
dinastía de los Aqueménidas, asumiendo el trono luego de la muerte de su padre,
se dispuso a tomar venganza contra los griegos por su activa participación en
la guerra Jónica y por la derrota persa en Maratón, donde la intervención de
los griegos fue decisiva. El número de guerreros al mando de Jerjes, fue
estimado en 2.641.610 hombres, con los que cruzó el estrecho de los Dardanelos
por medio de un puente de barcas de más de un kilometro de longitud. Al
comienzo de la segunda Guerra Médica, marchó con sus fuerzas a través de
Tracia, Tesalia y Lócrida, en el paso de las Termopilas el rey espartano
Leonidas I, retrasó el avance de Jerjes por diez días, plateándole combate, lo
que distorsionó los planes de Jerjes. Continuó después hacia Ática y quemó a Atenas que había sido abandonada por
los griegos, continuando hacia Salamina, donde fue derrotado. Murió asesinado
en Persépolis y le sucedió en el trono su hijo Artajerjes.
Refrendada la
victoria, por parte de Temístocles, dedicose a reconstruir la ciudad
comunicándola con el puerto de Pireo por medio de largos muros. Su final fue
triste; habiendo caído en desgracia, huyó a Argos y luego al Asia Menor, donde
fue acogido precisamente por Artajerjes I, hijo de Jerjes; la ciudad de
Magnesia le suministró pan, Lampsaco el vino y Miunte el resto de provisiones.
Vivió en Magnesia hasta su muerte. A su habilidad se debe el haber implantado
la hegemonía ateniense por muchos años, soñó con la colonización de Occidente y
estimuló el comercio de Atenas abriéndolo a los extranjeros.
En la crucial batalla
de Salamina, participaron además: Arístides “el Justo” que había tomado parte
en la batalla de Maratón, el apelativo se debe a su fama y sentido de justicia;
Cimón, general y político ateniense, hijo de Milciades “el Joven”, luchó
también en Maratón, gran vencedor de Eurimedonte, donde destruyó 200 barcos
persas y derrotó a sus ejércitos;
Esquilo, el gran fundador de la tragedia griega, combatiente en Maratón,
autor de 90 obras y creador del diálogo dramático, considerándose la Orestiada
como la cumbre de su trabajo.
Para celebrar la
victoria naval de Salamina, fue llamado Sófocles con el encargo de dirigir el
coro de muchachos, que amenizó los festejos; fue ganador en veinte ocasiones
del concurso dramático que se celebraba en Atenas y obtuvo en muchos otros el
segundo lugar; autor entre otras obras
de Antígona y Edipo Rey. Uno de los principales trabajos narrativos y anecdóticos
sobre la Batalla de Salamina, fue escrito por Heródoto, el padre de la historia
y de la prosa, nacido en Halicarnaso. Simónides, quien alcanzó cincuenta y seis
victorias en la poesía lírica, fue otro de los cantores de la Batalla de
Salamina; Píndaro el más grande cantor de odas heroicas de toda Grecia, quien
tenía cuarenta años cuando se sucedió la batalla, la inmortalizó en muchos de
sus versos
Salamina (Grecia), es
cuna de Eurípides, quien nació el 29 de septiembre de año 480 a.C., , día de la
batalla naval entre griegos y persas, considerado con Esquilo y Sófocles, los
tres grandes dramaturgos griegos, fue influenciado por los filósofos
Protágoras, Anaxágoras y Sócrates y agriamente perseguido por Aristófanes.
Entre sus obras sobresalen: Andrómaca,
Hércules, Hécuba, Los Suplicantes, Electra, Hércules Loco, Ifigenia entre los
Tauros, Ión y Las Fenicias.
Se cuenta que en
época de Solón, uno de los siete sabios de Grecia, existiendo una ley que
prohibía volverse a ocupar de la reconquista de Salamina, el sabio se finge
loco y disfrazado con un gran sombrero,
acude a la Plaza Pública y llama a los griegos incitándolos a la acción:
“¡Adelante! ¡A Salamina! ¡Combatamos por la isla encantadora y arrojemos lejos
la vergüenza!”, ante lo cual el pueblo enardecido lo sigue y efectivamente
recobra a Salamina.
Es de anotar que los
persas en reiteradas ocasiones intentaron invadir a Grecia, habiendo sido
rendidos repetidas veces. En la segunda Guerra Médica, sufrieron derrotas en:
Batalla de Salamina, batalla terrestre de Platea y naval de Micala (Micale) en
479 a.C., quizá se le deba a Temístocles, sus lugartenientes y soldados, la
preservación de la cultura Helénica del
vasallaje oriental, que tiene mucho que
ver con la nuestra y haber evitado, la propagación del islamismo, que de haber
sucedido, pudo haber influenciado notablemente otras regiones del universo,
produciéndose sin duda un drástico viraje a la historia.
El completo conocimiento
de estos hechos, muy seguramente influenció a nuestros fundadores para adoptar
el nombre de Salamina, epígrafe propuesto por don Juan José Ospina, el más sabio y estudioso de los
pioneros; para la naciente población, que estaría llamada a protagonizar
importantes hechos históricos y sociales a través del tiempo, lo que nos
permite colegir el grado de ilustración que poseían aquellos pioneros. Pero siendo la cultura Helénica, con su
literatura clásica y, la creencia griega (grecolatina), con sus planteamientos
filosóficos, para ese tiempo avanzadas formas, políticas, sociales y poéticas,
que conducían hacia una imagen social colectiva a partir del trabajo del
hombre, muy seguramente aquellos precursores, pensaron en un modelo cercano,
aplicable en éstas tierras hirsutas que
apenas empezaban a poblarse.
Debe anotarse sin
embargo, que Enrique Santos (Calibán), afirmaba en una columna periodística,
dedicada a los cien años del municipio, indicando la procedencia del nombre,
que “La nueva población debía llamarse Salamina, según los deseos del General
Santander”, (El Tiempo, 11 de diciembre de 1.927)
Con ese horizonte y
con el avance intelectual que tuvo la “Ciudad Luz”, encaja muy bien lo dicho
por Jorge Enrique Esguerra, cuando escribe: “Aspectos
ideológicos del Movimiento grecolatino”: “La Salamina griega, símbolo de
libertad y heroicidad, epónima de la
Salamina antioqueña, símbolo de lucha y conquista”, desde la cual se
desplazaron los fundadores de Filadelfia, Neira, Manizales, Aranzazu, Santa Rosa
de Cabal, Armenia, La Merced, Pensilvania y otras poblaciones, luego, partirían
desde éstas tierras muchos jóvenes a buscar preparación académica en Bogotá la
“Atenas Suramericana”, por su tendencia helénica en cuanto a cultura en
general; desprendiéndose poco a poco, de la influencia del costumbrismo de la
montaña.
El doctor Rodrigo
Jiménez Mejía, el célebre autor de “Tierrabuena”, gustaba de enseñar la ciudad especialmente a
los visitantes, a quienes conducía en sus recorridos narrándoles agradables
anécdotas que acompañaba de su muy especial carcajada, mientras comparaba los
distintos lugares de Salamina, con el paisaje griego; señalando con su bastón
la Cuchilla, la igualaba a la colina de
Acrópolis, a nuestros atardecer les encontraba semejanza con los ensoñadores
arreboles del Egeo, pareaba otros lugares con el Partenón, el Templo de Diana y
hasta con las propias ruinas atenienses.
Posdata: en Palestina, existe una
población llamada Constantia, que
antiguamente se llamó Salamina, de la que fue Obispo San Epifanio, considerado
uno de los Padres de la Iglesia y autor de Panarion (sobre las herejías),
Ancoratus (donde polemiza con el filósofo Orígenes) y Anacephaloeosis (teología
y liturgia), su fiesta se celebra el 12 de mayo. En el departamento del
Magdalena, existe otra población llamada Salamina.
Fernando Macías
Vásquez.
Enero 6 de 2.013.
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