jueves, 31 de enero de 2013

El nombre de Salamina




“Rompió el día, y al nacer el sol, hubo un temblor de tierra y de mar”.
Fragmento “La Batalla de Salamina”, según Heródoto.

Mucho se ha especulado sobre el origen del nombre dado a Salamina, relacionándolo con la gran batalla naval en la cual Temístocles venció a Jerjes, 480 años antes de Cristo. Pero qué importancia tuvo ese acontecimiento y que representaba Salamina (Grecia), en el ámbito histórico, para que fuera ese el motivo de los fundadores para bautizar la naciente población con ese nombre?

Salamina (en griego, Salamis), es una isla localizada al este de Grecia, en el golfo de Egina, brazo del mar Egeo, junto a la costa de Ática. Tiene una superficie de 93.2 kilómetros cuadrados, basa su economía en el cultivo del trigo, la producción a gran escala de vino y de aceite de oliva, lo que junto con la pesca representan la más importante  ocupación de sus habitantes. En el año 480 a.C., se suscitó allí un dramático enfrentamiento entre el gran estratega Griego Temístocles  y Jerjes I, rey de Persia. Posteriormente la isla fue ocupada por los macedonios en el año 318 a.C, volviendo a estar bajo la égida de los atenienses un siglo después. 

Temístocles vivió entre los años 527 y 460 a.C, ingenioso guerrero y estratega, cuando se enteró de las intenciones de Jerjes, que preparaba una nueva invasión a Grecia y una vez hubo consultado el oráculo de Delfos, que le indicó defendiera la ciudad con “murallas de madera”, que el general interpretó como “Barcos de Guerra”; convenció a los ciudadanos para invertir en una gran flota los recursos de la ciudad, cosa que intentó hacerse. Los días previos a la gran batalla, las gentes aterrorizadas abandonaron la ciudad y enviaron a sus hijos y mujeres a estados vecinos y aun los propios soldados estuvieron a punto de dispersarse y rendirse por el terror que infundían los poderosos ejércitos de Jerjes.

Salamina fue la cuna de Áyax llamado “el baluarte de los aqueos”, poderoso guerrero que combatió en la guerra de Troya, y que según la mitología, embravecido por no habérsele concedido la armadura del difunto Aquiles, decidió dar muerte a los temibles jefes griegos Agamenón y Menelao; perdida la razón, degüella los ganados creyendo matar a los Atridas, por lo que la diosa Atenea, golpea con suma violencia a Áyax, quien decidió suicidarse clavándose su propia espada; era hijo de Telamón y de Peribea su segunda mujer. 

Habiendo sido desterrado de Egina, Temístocles y su hermano Peleo por el asesinato de su hermanastro, se refugió en Salamina donde contrajo matrimonio con Glauce ascendiendo al trono, convirtiéndose en rey. Dentro de sus más importantes hazañas, se recuerda su participación al lado de Hércules en la muerte de Laomedonte,  rey de Troya, acción que le permitió acceder a Hesíone hija del rey, con quien engendró a Teucro, que se convirtió en gran arquero y formidable guerrero; también lo perpetúa la cacería del Jabalí de Calidó y el viaje de Jasón y los Argonautas en búsqueda del vellocino de oro. Teucro fue desterrado de Grecia por su padre, por no haber impedido la muerte de Áyax, zarpando hacia Chipre para fundar otra Salamina, donde en el año 306 a.C., Demetrio derrotó a Tolomeo I, rey de Egipto, restableciendo el predominio marítimo de Atenas. 

La Batalla de Salamina, es una de las más importantes dentro de las llamadas Guerras Médicas, por haber deteniendo el avance de Jerjes I el 29 de septiembre del 480 a.C. Los persas bajo el mando de su rey Jerjes, habían avanzado exitosamente a través de Grecia, y en el año 480 a.C,  habían capturado a Atenas. Sin embargo, las provisiones griegas como las persas durante el desarrollo de la guerra fueron escaseando, por lo cual, existían divergencias entre los griegos en cuanto a cual debía ser su próximo movimiento; algunos abogaban por retirarse de inmediato al peninsular istmo de Corinto. No obstante, el gran  general ateniense Temístocles sostuvo que era más efectivo emplear una  política naval astuta y agresiva, evitando con sus argumentos el repliegue de los ejércitos griegos. Amenazó con retirar la flota ateniense dejando desguarnecido el golfo, por lo que el resto de la fuerza griega tuvo que ceder. 

Entonces Temístocles con una bien planificada estrategia, envía un esclavo a Jerjes, haciéndole saber que la flota ateniense estaba resuelta a volverse contra el resto de los griegos y que los persas solo tenían que atacar para asegurar la victoria. Jerjes, engañado con éste truco, inmediatamente atacó con su flota de unos 350 barcos. Cuando los persas avanzaron, los griegos retrocedieron hasta la bahía, una maniobra táctica para atraer al enemigo. Entonces los griegos emprendieron una feroz lucha cuerpo a cuerpo, ante la inmovilidad de los barcos persas fondeados en el golfo, con dificultad para el desplazamiento. La batalla fue un gran éxito para los griegos, que solo perdieron 40 barcos, mientras que los persas vieron desaparecer 200 y desintegrar sus fuerzas. Esta victoria fue posible gracias a las sutiles tácticas de Temístocles y al valor e impresionante lucha de la flota griega.

El vencido Jerjes (Ahasuerus), fue rey de Persia entre los años 486 y 465 a.C., miembro de la dinastía de los Aqueménidas, asumiendo el trono luego de la muerte de su padre, se dispuso a tomar venganza contra los griegos por su activa participación en la guerra Jónica y por la derrota persa en Maratón, donde la intervención de los griegos fue decisiva. El número de guerreros al mando de Jerjes, fue estimado en 2.641.610 hombres, con los que cruzó el estrecho de los Dardanelos por medio de un puente de barcas de más de un kilometro de longitud. Al comienzo de la segunda Guerra Médica, marchó con sus fuerzas a través de Tracia, Tesalia y Lócrida, en el paso de las Termopilas el rey espartano Leonidas I, retrasó el avance de Jerjes por diez días, plateándole combate, lo que distorsionó los planes de Jerjes. Continuó después hacia Ática y  quemó a Atenas que había sido abandonada por los griegos, continuando hacia Salamina, donde fue derrotado. Murió asesinado en Persépolis y le sucedió en el trono su hijo Artajerjes.

Refrendada la victoria, por parte de Temístocles, dedicose a reconstruir la ciudad comunicándola con el puerto de Pireo por medio de largos muros. Su final fue triste; habiendo caído en desgracia, huyó a Argos y luego al Asia Menor, donde fue acogido precisamente por Artajerjes I, hijo de Jerjes; la ciudad de Magnesia le suministró pan, Lampsaco el vino y Miunte el resto de provisiones. Vivió en Magnesia hasta su muerte. A su habilidad se debe el haber implantado la hegemonía ateniense por muchos años, soñó con la colonización de Occidente y estimuló el comercio de Atenas abriéndolo a los extranjeros.

En la crucial batalla de Salamina, participaron además: Arístides “el Justo” que había tomado parte en la batalla de Maratón, el apelativo se debe a su fama y sentido de justicia; Cimón, general y político ateniense, hijo de Milciades “el Joven”, luchó también en Maratón, gran vencedor de Eurimedonte, donde destruyó 200 barcos persas y derrotó a sus ejércitos;  Esquilo, el gran fundador de la tragedia griega, combatiente en Maratón, autor de 90 obras y creador del diálogo dramático, considerándose la Orestiada como la cumbre de su trabajo.

Para celebrar la victoria naval de Salamina, fue llamado Sófocles con el encargo de dirigir el coro de muchachos, que amenizó los festejos; fue ganador en veinte ocasiones del concurso dramático que se celebraba en Atenas y obtuvo en muchos otros el segundo lugar; autor entre  otras obras de Antígona y Edipo Rey. Uno de los principales trabajos narrativos y anecdóticos sobre la Batalla de Salamina, fue escrito por Heródoto, el padre de la historia y de la prosa, nacido en Halicarnaso. Simónides, quien alcanzó cincuenta y seis victorias en la poesía lírica, fue otro de los cantores de la Batalla de Salamina; Píndaro el más grande cantor de odas heroicas de toda Grecia, quien tenía cuarenta años cuando se sucedió la batalla, la inmortalizó en muchos de sus versos
Salamina (Grecia), es cuna de Eurípides, quien nació el 29 de septiembre de año 480 a.C., , día de la batalla naval entre griegos y persas, considerado con Esquilo y Sófocles, los tres grandes dramaturgos griegos, fue influenciado por los filósofos Protágoras, Anaxágoras y Sócrates y agriamente perseguido por Aristófanes. Entre sus obras sobresalen: Andrómaca, Hércules, Hécuba, Los Suplicantes, Electra, Hércules Loco, Ifigenia entre los Tauros, Ión y Las Fenicias. 

Se cuenta que en época de Solón, uno de los siete sabios de Grecia, existiendo una ley que prohibía volverse a ocupar de la reconquista de Salamina, el sabio se finge loco y disfrazado con un gran sombrero,  acude a la Plaza Pública y llama a los griegos incitándolos a la acción: “¡Adelante! ¡A Salamina! ¡Combatamos por la isla encantadora y arrojemos lejos la vergüenza!”, ante lo cual el pueblo enardecido lo sigue y efectivamente recobra a Salamina.

Es de anotar que los persas en reiteradas ocasiones intentaron invadir a Grecia, habiendo sido rendidos repetidas veces. En la segunda Guerra Médica, sufrieron derrotas en: Batalla de Salamina, batalla terrestre de Platea y naval de Micala (Micale) en 479 a.C., quizá se le deba a Temístocles, sus lugartenientes y soldados, la preservación  de la cultura Helénica del vasallaje oriental,  que tiene mucho que ver con la nuestra y haber evitado, la propagación del islamismo, que de haber sucedido, pudo haber influenciado notablemente otras regiones del universo, produciéndose sin duda un drástico viraje a la historia.
El completo conocimiento de estos hechos, muy seguramente influenció a nuestros fundadores para adoptar el nombre de Salamina, epígrafe propuesto por don Juan José  Ospina, el más sabio y estudioso de los pioneros; para la naciente población, que estaría llamada a protagonizar importantes hechos históricos y sociales a través del tiempo, lo que nos permite colegir el grado de ilustración que poseían aquellos pioneros.  Pero siendo la cultura Helénica, con su literatura clásica y, la creencia griega (grecolatina), con sus planteamientos filosóficos, para ese tiempo avanzadas formas, políticas, sociales y poéticas, que conducían hacia una imagen social colectiva a partir del trabajo del hombre, muy seguramente aquellos precursores, pensaron en un modelo cercano, aplicable en éstas tierras   hirsutas que apenas empezaban a poblarse.

Debe anotarse sin embargo, que Enrique Santos (Calibán), afirmaba en una columna periodística, dedicada a los cien años del municipio, indicando la procedencia del nombre, que “La nueva población debía llamarse Salamina, según los deseos del General Santander”, (El Tiempo, 11 de diciembre de 1.927)
Con ese horizonte y con el avance intelectual que tuvo la “Ciudad Luz”, encaja muy bien lo dicho por Jorge Enrique Esguerra, cuando escribe: “Aspectos ideológicos del Movimiento grecolatino”: “La Salamina griega, símbolo de libertad  y heroicidad, epónima de la Salamina antioqueña, símbolo de lucha y conquista”, desde la cual se desplazaron los fundadores de Filadelfia, Neira, Manizales, Aranzazu, Santa Rosa de Cabal, Armenia, La Merced, Pensilvania y otras poblaciones, luego, partirían desde éstas tierras muchos jóvenes a buscar preparación académica en Bogotá la “Atenas Suramericana”, por su tendencia helénica en cuanto a cultura en general; desprendiéndose poco a poco, de la influencia del costumbrismo de la montaña.

El doctor Rodrigo Jiménez Mejía, el célebre autor de “Tierrabuena”,  gustaba de enseñar la ciudad especialmente a los visitantes, a quienes conducía en sus recorridos narrándoles agradables anécdotas que acompañaba de su muy especial carcajada, mientras comparaba los distintos lugares de Salamina, con el paisaje griego; señalando con su bastón la Cuchilla, la  igualaba a la colina de Acrópolis, a nuestros atardecer les encontraba semejanza con los ensoñadores arreboles del Egeo, pareaba otros lugares con el Partenón, el Templo de Diana y hasta con las propias ruinas atenienses. 

 Posdata: en Palestina, existe una población  llamada Constantia, que antiguamente se llamó Salamina, de la que fue Obispo San Epifanio, considerado uno de los Padres de la Iglesia y autor de Panarion (sobre las herejías), Ancoratus (donde polemiza con el filósofo Orígenes) y Anacephaloeosis (teología y liturgia), su fiesta se celebra el 12 de mayo. En el departamento del Magdalena, existe otra población llamada Salamina.

Fernando Macías Vásquez.
Enero 6 de 2.013.

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