Después de 158 años de existencia desaparece el Instituto Nacional Salamina

El pasado lunes, en las instalaciones de la Institución Educativa Salamina, fundada en 1854, el docente Alberto Betancur Jaramillo de 63 años, con 35 años de labores en este establecimiento, dijo: “Pienso que la historia no se puede atropellar, porque eso pasó aquí. Como no había estudiantes suficientes, La Secretaria de Educación Departamental prefirió cerrar el colegio, mediante la resolución 0068 de 13 de enero de 2012. Quitó la razón social a la Institución Salamina y la fusionó con el Sara Ospina Grisales” y luego agregó: “Es muy triste para la educación que una institución con 158 años de historia en Caldas, se haya perdido. Solo quedan los recuerdos.”

La resolución de fusión

En resolución N° 0068, de 13 de enero de 2012, firmada por Tulio Marulanda Mejia, Secretario de Educación Departamental, se lee: “Mediante acta 001 del 6 de enero de 2012, suscrita por la Alcaldesa Municipal, el Director de Núcleo de Desarrollo Educativo y los Rectores de los diferentes establecimientos educativos del municipio de Salamina, elaboraron la propuesta de fusión de la Institución Educativa Salamina” y luego precisa el documento: “Para la distribución de las diferentes sedes de la Institución Educativa Salamina, se considera necesaria la modificación de la fusión del Centro Educativo el Perro”.

 Mediante esta resolución la sede principal Institución Educativa Salamina, jornadas diurna y nocturna, se fusiona a la Institución Educativa Sara Ospina Grisales y las otras sedes con las Instituciones Educativas: San Félix, El Perro y Luis Felipe Gutiérrez.

Reseña histórica

El primero en hablar de educación superior en Salamina, diferente de la primaria o elemental, fue Rudesindo Ospina.  El presbítero Ramón Marin, el 12 de enero de 1854, expuso al Alcalde su propósito de establecer una casa de educación en Salamina, a partir del 1 de marzo de ese mismo el año, sobre la cual dijo: “Parece que este establecimiento será de grande utilidad para los cinco distritos, pues los padres de familia podrán mandar sin muchos costos, a sus hijos para ser educados en él…”

La institución educativa comenzó a marchar con 35 alumnos, en una casa particular de propiedad de Manuel Alzate, situada en el sitio que hoy corresponde al Hotel Sanguitama. Esta fue la primera “Casa del estudiante” o internado, siendo su primer rector Faustino Ángel.

El Instituto Nacional Salamina luego funcionó, donde primero estuvo la escuela Mercedes Abrego, hoy esta allí el Ceres. Siendo Ministro de Educación Luis Carlos Galán Sarmiento, en visita a su sede, dijo: “Encuentro un edificio intelectual; construiremos un edificio material”, y así lo hizo. En enero de 1973, se traslado la institución a la nueva construcción en el Barrio Los Alpes, a kilómetro y medio de la cabecera municipal, con capacidad para 1200 alumnos en doble jornada. Donde funcionó hasta su desaparición.

Otras opiniones

María Anyeli Valencia Gallego, docente I.E. Salamina

 Esta situación me parece lamentable para Salamina y para los docentes. Hubiéramos querido que la institución continuara. Tener otras oportunidades para unirnos y seguir luchando por este establecimiento. Ojala algún día surja de nuevo.

Gerardo Montoya Henao, ex alumno promoción de 1964

Es una gran pérdida para nuestra ciudad y para el departamento. Las administraciones municipal y departamental debieron buscar estrategias para que este hecho no se consumara. Este colegio le dio lustre y prestancia a nuestra región.

Esmaragdo Bernal Victoria, ex alumno promoción 1967

A la hora de un juicio de responsabilidades muchos somos los culpables. En algunas ocasiones los problemas a resolver se llevaron al terreno personal y no institucional. Es lamentable que el colegio haya muerto.

William Grisales Chica, ex alumno promoción de 1976

Es terrible la desaparición del Instituto Salamina, que tanto tuvo que ver con nuestra formación y con nuestras vidas. Que pesar ver esta triste realidad.

Elmer Arias Arias, ex alumno promoción 1986

Es muy lamentable la desaparición del colegio. Cuando no hay estudiantes, esto puede pasar. Solo quiero llamar la atención de aquellas personas o entidades que pudieron en su momento haber hecho algo y no lo hicieron.

Héctor Giraldo Betancur, ciudadano

Aquí vemos también las consecuencias de la politiquería. De la falta de comprensión y solidaridad de los padres de familia, que no quisieron entender que se estaba en contra del Instituto Salamina y de nuestra cultura.