Arquitectura religiosa salamineña

Refiriéndose al templo parroquial comenzado a construir en 1865 y terminado en 1874, Fernando Macías Vásquez, escribe en la revista Salamina Histórico: “El aire, la luz, los espacios, los múltiples puntos focales, los sonidos, la imponencia exterior, su localización física y el solemne esplendor, hacen del templo parroquial de Salamina una amalgama arquitectónica muy particular, tocada por misteriosos embrujos del mas sobrecogedor e inesperado sentimiento de admiración y simpatía, que solo producen las cosas maravillosas, encantadas por el esquivo soplo de la genialidad en un medio embebido de atmosférica paz y belleza, al que desde muy temprano el sol curioso y preocupado regala complacido sus rayos para calentar sin usura a la abuela de Caldas y cuna de la colonización paisa”.

En relación con la arquitectura religiosa, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Medellín, en la ficha urbana de Salamina, dice: “El toque de originalidad y belleza en estas construcciones, corre a partir del talento magistral y severo de nuestros artesanos que referenciaron su estilo ornamental en cada una de sus creaciones. La resultante de este proceso es de carácter mestizo y regional, producto de la reelaboración de los esquemas coloniales impuestos y enriquecida con el aporte de artesanos imagineros y maestros de obra.”