Reproducción / Luis Fernando Rodriguez Garcia
Los Contrapuntos de Marta
Patricia Meza
Agripina
Montes del Valle es una figura importantísima dentro de la cultura colombiana
del siglo XIX, a pesar que los medios de comunicación de hoy no nos confirmen
este trascendental dato. Su forma de escribir inmersa en una tradición
romántica tambaleante resume toda una época de crecimiento y de cambio por la
cual pasaba nuestro país durante la segunda mitad del siglo XIX. Por supuesto
que conoció la obra de José Asunción Silva, con la cual no quedó satisfecha del
todo, pero admiraba en ella su originalidad que resaltaba ante un medio que
todavía estaba imbuido en temas que se habían convertido en banales y por ende
trillados.
Como
Silva, Agripina cargaba un peso, el peso de la innovación y de la ruptura, y su
natural señalamiento social. Ella como mujer en un medio macho centrista
chocaba con una resistencia que se basaba en que la mujer debía estar en la
casa criando hijos y alistando los alimentos de su esposo. Los tiempos donde el
papel de la mujer en la sociedad estaba cambiando, Agripina los anticipó.
El 15 de
enero de 2015 aconteció por centésima vez del día de su muerte oportunidad que
aprovechó Marta Patricia Meza, salamineña como la poeta decimonónica, y armó un
libro que más que un homenaje es un abrazo vigoroso y filial.
Tomó
Marta Patricia 32 poemas de Agripina y a cada poema de la Montes del Valle le
escribió uno propio, elaborando precisamente ese contrapunto.
Con este
poemario doble Marta Patricia crea una tensión, una dinámica dialéctica entre
la obra de Agripina que es inteligente, clara a pesar de su formato romántico,
saturada de una genuina preocupación por la vida ya sea reflejando lo cotidiano
o lo metafísico y su propia vigorosa poesía a veces desengañada, honesta y
polémica. A Marta Patricia me la imagino como el santo Job que luchaba contra
el demonio en un playón en un recodo de un bíblico río. Agarrada como luchador
greco-romano fuertemente abrazado a la adversa vida y sus diarios conflictos
con el fiel propósito de derrumbar a su opositor, arrebatándole su razón de ser
y siempre leal a un mandato al que, los que creemos en él, llamamos Dios. Marta
Patricia se toma las cosas en serio, indaga y especialmente se cuestiona a ella
misma, nada da por cierto, ningún tema es sagrado o innombrable. Radicalmente
honesta, expone en su obra su punto de vista con el cual muchos de sus
fortuitos lectores poco logran comulgar. Su quehacer poético es minucioso, como
una vetusta sacerdotisa de algún ritual olvidado, dispone de lo necesario y
solo lo necesario, para complacer al gran ideal. Sus ideas son directas y muy
contrastadas que poco se prestan para confusiones, en lo directas radica su
encanto. Es ella un orfebre que elabora joyas para un patrón tacaño, las
palabras empleadas en sus versos, Marta Patricia las mide y tasa, ajena a los
derroches, muchas veces románticos, resistiendo la propensión del idioma
castellano a ello. Logra, Marta Patricia con su esfuerzo, trasladar a Agripina
al siglo XXI recuperando esa gran poetisa acercándonos una posible
interpretación de esta emblemática obra.
Es este
libro una lectura sorprendente y deliciosa, apta, solamente, para personas
dispuestas a leer poesía romántica y no sufrir con un tono diferente; que a la
vez tengan disposición de leer la nueva poesía y sean capaces de captar cuatro
sólidos ensayos sobre nuestra cultura, para, finalmente, asombrarse con la
fuerza de nuestra civilización colombiana tan diversa y versátil como el medio
en que se desarrolla.
No me
cabe la menor duda que Marta Patricia Meza colocó con este libro, en un país
ingrato y descuidado con sus valores históricos, una alta marca a nivel
nacional de cómo se debe manejar un centenario de un poeta. En este libro no
hay saludos a la bandera, con él Marta Patricia se introdujo en los zapatos de
la poeta Agripina y anduvo en ellos un buen trecho. ¿Qué mejor homenaje puede
pedir un escritor sino que lo lean y se apropien de su obra?
LA PATRIA
Fecha de
publicación:
Miércoles,
Junio 3, 2015
Tema:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.