viernes, 17 de marzo de 2017

Con motivo del fallecimiento de Javier Peláez Velásquez



Fotografía / Cortesia Familia Tabares Orrego
 
Gracias Javier, porque a pesar de tu corta vida a nuestro lado, nos diste ejemplo de amor y amistad. Porque amor, es cuando el dolor de otro es el mismo dolor mío; amor es cuando del que se va nos hace falta su presencia y amor es querer que tú veas mi partida, sin que yo quiera ver la tuya.

Gracias amigo, porque fuiste un ejemplar formador de hijos, un buen hijo, buen hermano, buen esposo y buen padre. Incansable luchador de tiempo completo. Guerrero de la vida, que llevó la mirada siempre encumbrada, a pesar de que el dolor estaba siempre allí.

Su escudo fue el entusiasmo con el que siempre aguardo con paciencia la llamada de la muerte. Gracias señor, porque el dolor ahora ya no es el mismo para quienes esperamos otra vida mejor.

“Más allá del sol”, dice un bello canto religioso… “yo tengo un hogar”, donde ya no hay llanto, ni dolor, ni sufrimiento. Paz en su tumba.

Escrito por: Jaime Tabares Castrillon.






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