En
la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo),
la FLIP informa cuáles son los medios de comunicación, las zonas y los
contextos en los que resulta más riesgoso ejercer el periodismo en
Colombia. Este informe se basa en los ataques a la libertad de prensa
registrados por la FLIP entre el 3 de mayo de 2013 y el 3 de mayo de
2015.
Caracol Radio Guaviare, el medio más amenazado del país
Durante los últimos dos años, tres periodistas de Caracol Radio
Guaviare han sido víctimas de nueve ataques. Cuatro han sido dirigidos
específicamente a Érica Londoño, periodista del noticiero Hoy por Hoy
Guaviare, el resto han sido dirigidos a su equipo de reporteros.
Caracol Radio Guaviare es una emisora filial de Caracol Radio y se
transmite en tres de los cuatro municipios del departamento de Guaviare y
en varios municipios del sur del departamento del Meta. Los temas más
difíciles de cubrir son los relacionados a la corrupción
administrativa y la presencia de bandas criminales y guerrilla en la
zona. Denunciar estos hechos convierte a los periodistas de la emisora
en personajes incómodos para grupos poderosos y la clase política de la
región ha reaccionado estigmatizando a la emisora. Específicamente la
FLIP ha documentado que el gobernador de Guaviare, Octaviano Rivera, ha
dicho en público que Érica y Gustavo Chicangana son asesinos detrás
del micrófono, entre otras declaraciones que atentan contra el buen
nombre de los periodistas.
A los celulares de la emisora han llegado mensajes de texto amenazantes
advirtiéndoles que correrán el mismo destino que los periodistas del
semanario francés Charlie Hebdo o el de Ricardo Molina, ingeniero
recientemente asesinado en San José, al parecer por investigar temas de
corrupción en la entidad en la que trabajaba.
La FLIP hace un llamado a las autoridades locales para que brinde todas
las garantías a los periodistas de este medio y que rechace de manera
contundente cualquier llamado que estigmatice a los periodistas y a su
trabajo.
Las zonas más riesgosas para ejercer el periodismo
Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca son las zonas del país en las que
se han registrado más ataques a la libertad de prensa desde el 3 de
mayo de 2013. En este periodo de tiempo, la FLIP ha registrado 39
ataques a la libertad de prensa en Bogotá, que representan el 13,5% de
los registrados a nivel nacional. En Antioquia fueron 33 ataques,
equivalentes al 11,5% del total nacional y en Valle del Cauca 22,
equivalentes al 7,6%. En los tres casos, los ataques más recurrentes
fueron obstrucciones al trabajo periodístico, amenazas y agresiones
físicas.
Estos datos, sin embargo, no muestran un panorama completo de la
situación, pues cada tipo de ataque representa un nivel de riesgo
diferente y en cada lugar son más recurrentes diferentes tipos de
agresión. Antioquia, por ejemplo, es el departamento en el que se
registraron más amenazas a periodistas (17,6% de las registradas en el
país), mientras Bogotá fue el lugar en el que se registraron más
obstrucciones al trabajo periodístico (19%) y agresiones físicas
(16,3%).
Con estas cifras, la FLIP hace un llamado a las autoridades de cada una
de las zonas para que tomen las medidas necesarias para garantizar el
libre ejercicio de la prensa. Este llamado es especialmente importante
si se tiene en cuenta que en Bogotá y Valle del Cauca la Fuerza Pública
es el principal autor de los ataques a la libertad de prensa.
Protestas: el escenario más riesgoso para el cubrimiento periodístico
Desde el 3 de mayo de 2013 la FLIP ha registrado 53 agresiones a
periodistas durante el cubrimiento de protestas en el país, en las que
resultaron afectados 89 periodistas. Estas cifras posicionan las
protestas como el contexto más peligroso para el cubrimiento
periodístico y evidencian la falta de garantías para realizar este
trabajo.
El 37% de las protestas en las que se registraron ataques a la libertad
de prensa eran protestas campesinas, lo que se relaciona con los dos
grandes paros campesinos ocurridos en agosto de 2013 y abril de 2014.
Sin embargo, la FLIP ha registrado ataques a periodistas en protestas
de todo tipo. Desde los grandes paros agrarios hasta las protestas
ciudadanas por problemas locales, como el acceso al agua o el pago de
subsidio, son situaciones de alto riesgo para los periodistas en
Colombia.
Los ataques más reiterativos son las agresiones físicas, obstrucción al
trabajo y detención ilegal. Golpes con piedras y palos, destrucción de
material y de equipos son las situaciones más recurrentes en el
cubrimiento de protestas.
Lo más preocupante es que más del 50% de estas agresiones fueron
perpetradas por miembros de la Fuerza Pública. La FLIP recuerda a las
autoridades que en el contexto de las manifestaciones es su deber
proteger a los periodistas y garantizar que no sean detenidos,
amenazados, agredidos o limitados de cualquier forma para ejercer su
profesión. Por supuesto, la FLIP también recuerda a los manifestantes
que no deben agredir de ninguna forma a la prensa y que son ellos
quienes pueden transmitir sus demandas al resto de la ciudadanía.
Desafíos en la era digital
La FLIP ha identificado que el crecimiento de internet como herramienta
para la libertad de expresión también trae desafíos para este derecho.
Los debates alrededor de temas como las políticas de bloqueo y
filtrado, la privacidad de los usuarios de internet y la neutralidad de
la red apenas están surgiendo.
Un caso que es de especial preocupación en Colombia es el de Gonzalo
Hernán López Durán, quien fue condenado a 18 meses de prisión por hacer
un comentario ofensivo en el foro de una nota periodística publicada en
el diario El País de Cali. Las expresiones hechas por López estaban
relacionadas con Gloria Lucía Escalante, quien al momento de la condena
era Directora de la Federación Colombiana de Departamentos.
López presentó una acción de tutela contra la sentencia en su contra
con la representación del abogado Carlos Cortés y el apoyo de la FLIP.
No obstante, la acción fue negada en primera y segunda instancia por la
Corte Suprema. Posteriormente, la Corte Constitucional negó la
selección del caso para revisión. En este momento, López solo cuenta
con la posibilidad de que uno de los magistrados de la Corte insista en
la revisión de su caso.
El caso de López es preocupante pues se trata de una sanción
desproporcionada contra una persona que se refirió a asuntos que pueden
ser de interés público y, que además, se encuentra en el marco del
derecho a la libertad de opinión, que solo puede ser limitado en casos
excepcionales. Así mismo, preocupa que se sancione una expresión que,
aunque ofensiva, tiene poca capacidad de daño al ser solamente un
comentario dentro de una nota periodística.
La restricción de cubrimiento más frecuente
La FLIP ha identificado la frecuente existencia de limitaciones de
acceso al cubrimiento de audiencias públicas en procesos judiciales. Son
muchos los casos en los que los periodistas encuentran dificultades
para ingresar a despachos judiciales para cubrir este tipo de eventos.
Estas situaciones son preocupantes, pues las audiencias judiciales son
públicas en principio y las limitaciones para acceder y ejercer
cubrimiento sobre las mismas son excepcionales. El desarrollo de los
procesos es de interés público y su conocimiento por parte de la
sociedad, más que una obstáculo, debe verse como algo favorable para la
democracia
.
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