FOTO | LUIS FERNANDO RODRÍGUEZ | LA PATRIA
Esta casa esquinera alberga la galería de antigüedades de Salamina (Caldas)
Miércoles, Febrero 5, 2014
La bella casona que perteneció a la familia del escritor, Rodrigo Jiménez Mejía, situada en un costado de la plaza de Bolívar de Salamina, tiene un atractivo más, una exposición permanente de antigüedades.
“Esta galería es como un viaje hacia el pasado”, dijo Gilberto Corrales Uribe, quien abrió esta galería en compañía de Arcángel Álzate Mejía.
En dos cuartos de la colonial vivienda, reposan objetos, ya sin valor aparente, testigos de otras épocas, entre ellos, los hay: curiosos, extraños, algunos que provocan risa y otros que maravillan.
Según sus dueños, son cerca de 400 piezas, la más vieja de 1851 y la última de 1960. Clasificadas por secciones hay artículos de cobre, radios, teléfonos, planchas, máquinas de escribir, artículos de cocina, retablos y porcelanas, entre muchos otros.
La pieza más antigua es la herramienta con la cual trabajó, el maestro ebanista, Eliseo Tangarife. Las más costosas, una máquina a vapor para preparar café y una gramola (rocola) o tragamonedas, utilizada en otras épocas en cafés y cantinas para escuchar música.
Entre los objetivos más curiosos hay un tocadiscos con bar incorporado y lo más llamativo es una cama antigua con su colcha de retazos, que fue tejida con habilidad y gusto en la década de los 30, en el siglo pasado.
“Desde mi niñez me dediqué, con paciencia, a recoger estos pedacitos de tradición. Con lo cual pretendemos dar a conocer a las nuevas generaciones, todas aquellas joyas de la inteligencia humana, que han quedado atrás, con el avance vertiginoso de la tecnología”, dijo Corrales Uribe.
Horario
La exposición ahora permanente, está abierta al público todos los días, inclusive los festivos, de 9:00 de la mañana a 10:00 de la noche, se cobran $3 mil por la entrada, lo que incluye servicio de guía y un obsequio.Máquina de vapor para hacer tinto. Perteneció al Café París de don Ramón Gómez (Cachito).
Gramola (rocola) o tragamonedas.
Una guía explica a los visitantes la historia de algunos de los objetos exhibidos.
Con estas planchas que calentaban en el fogón o con carbón el trabajo sí que era pesado.
La vieja máquina de coser muy usada por varias generaciones hasta que llegó la tecnología.
El arte religioso también tiene su espacio en la galería.
La talla en madera, un orgullo que se exhibe en varios municipios.
Fotografia y texto: Luis Fernando Rodriguez Garcia.
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