lunes, 10 de febrero de 2014

Del gozo a la nostalgia en Salamina.



Esas viejas calles de Salamina con sus casas de bahareque y techos de barro, cuentan historias. Muchas de ellas sumidas en el olvido por voluntad del tiempo. Hoy quien las recorre por primera vez, va del gozo a la nostalgia. 
A la vuelta de una esquina encuentra una torre centenaria sumida en el azul inmenso o una larga calle bajo el sol ardiente. Todo aquí evoca otras épocas, tal vez más felices, pero que en la memoria de sus gentes superviven fabuladas.
 En las fachadas y ventanales la madera florece y canta. La luz de los vitrales en los templos, rompe la suave penumbra y dibuja arabescos de colores sobre las baldosas centenarias.
 Al igual que en las orquídeas, la belleza de las mujeres de esta tierra codiciada es legendaria y mas cuando en sus sonrisas fulgura la tarde. Quien llega a esta comarca de ensueño, la  lleva por siempre en su corazón.














Fotografias y texto: Luis Fernando Rodriguez Garcia.

 


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