Calle de
honor para el subintendente salamineño que pertenecía a la Unidad Policial para
la Edificación de la Paz.
Jueves,
Diciembre 21, 2017
Leonardo
Gutiérrez González, de 36 años, llevaba 15 años en la Institución. Tristeza
LUIS
FERNANDO RODRÍGUEZ
LA PATRIA
| SALAMINA
El subintendente
de la Policía Nacional, Leonardo Gutiérrez González, fue despedido con honores ayer
en Salamina, tras ser asesinado junto a otro compañero en Meta.
Al final de la eucaristía, celebrada en la Basílica Menor Inmaculada
Concepción, el coronel Santiago Camelo Ortiz, jefe del grupo de Mecanismo de
Monitoreo y Verificación del acuerdo de paz con las Farc, presentó sus
condolencias a la familia Gutiérrez González y le agradeció por permitir
conocerlo y haber tenido el honor de que perteneciera a la Institución.
“Desgraciadamente
los enemigos de la paz están aún presentes y de nosotros depende que cada día
sean menos para que sacrificios como el de hoy no tengan que volverse a ver.
Quiero pedirle a Dios que tenga a Leonardo en la gloria y que se valore su
sacrificio, esfuerzo, profesionalismo y honestidad, así como su amor por la paz
y la institución”, señaló, Camelo Ortiz.
El
alcalde de Salamina, Luis German Noreña García, expresó que estaban allí
reunidos para despedir a un hijo de la patria chica, a un hombre que entrego su
vida por los colombianos y que su vocación lo llevó a servirle al país.
“Estamos tristes, pero también orgullosos por la labor que él cumplió. Fue
excelente hijo, esposo y hermano. Su trasegar por la vida fue de pocos años,
pero dejó huella en Salamina y en Colombia. Mi sentido de condolencia para su
familia”.
Después
de la ceremonia religiosa y de los honores, el cuerpo del subintendente fue
trasladado al cementerio Nuestra Señora de la Valvanera, donde fue sepultado.
Dolor
“La
última vez que me comunique con él fue hace ocho días y estuvimos hablando de
mi hijo y me aconsejo. Para mí era un excelente esposo y un sobrino muy bueno”,
dijo Liliana Páez González, tía del integrante de la Policía.
“Que se
haga justicia porque los crímenes los dejan impunes. No hacen nada y por eso la
violencia. Estaba cumpliendo con su trabajo y le respondieron con bala. Eso es
intolerancia”, exigió Páez González.
Agregó la
tía, que Leonardo y sus dos hermanas menores, siempre vivieron en Salamina,
después de haber fallecido sus padres, que su mamá, Ana de Jesús Valencia y
ella los acabaron de criar. Él y sus hermanas estudiaron en la Normal Superior María
Escolástica, donde se graduó como maestro. Luego hizo el curso para Policía y
se fue a trabajar a Pereira, sus hermanas una vez terminaron los estudios, se
fueron a vivir allá. Llevaba 15 años en la Policía Nacional y hacia poco había
hecho curso para ascenso. Tenía esposa y una hija.
“Llevaba
por allá 15 días. Antes de irse me llamó del aeropuerto de Villavicencio y me
dijo que nunca olvidara que me quería mucho y que para donde iba era muy
difícil comunicarse y que por eso quería despedirse”, contó conmovida su tía.
El
profesor de la Escuela Normal Superior María Escolástica, William Nieto
Velásquez, recordó a Leonardo como un joven que asumió el estudio con
responsabilidad y una posibilidad para salir adelante y ayudar a sus hermanas.
Los hechos
Al
subintendente Leonardo Gutiérrez González, de 36 años y natural de Salamina, lo
asesinaron junto a su compañero, el patrullero Álvaro Villacorte, en el
corregimiento de Playa Rica, en La Macarena (Meta). De acuerdo con la Policía
de Meta, los uniformados fueron a llamar la atención en una discoteca conocida
como La Barra por exceso de ruido, pero cuando llegaron un sujeto los atacó con
una pistola y los asesinó.
Familiares, amigos y compañeros acudieron a la
Basílica Menor Inmaculada Concepción para despedir a Leonardo Gutiérrez
González.
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