“El templo podía aspirar al titulo
de Basílica”, dijo el Padre Fabio Mejia Restrepo
Después de dos años, es trasladado a la parroquia de La Niña María situada en
el barrio la Rambla
de la Arquidiócesis
de Manizales, el Vicario Episcopal de la zona norte y rector de la Basílica Menor de la Inmaculada de Salamina,
Padre Fabio Mejia Restrepo.
Desde que el sacerdote llegó a esta población de
Caldas, emprendió la tarea de lograr que el templo de la Inmaculada Concepción
fuese exaltado como Basílica.
Una
nueva tarea
“Desde que vi el templo por primera vez, siempre me
llamó la atención la belleza de su arquitectura. Soy un enamorado de todo lo
que tiene que ver con la madera”, dijo el Vicario. Llegó a Salamina por
solicitud de Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo, en reemplazo de Monseñor Luis
Enrique Hoyos, quien pasó a desempeñarse como Vicario General de la Arquidiócesis de
Manizales.
“Cuando asumí como párroco, surgió en mi la idea de
que el templo podía aspirar al titulo de Basílica”, dijo el Padre Mejia Restrepo.
Comenzó pidiendo ayuda al Padre Albeiro García de la Basílica de Chinchiná,
para todo lo relacionado con papelería y documentos. Luego obtuvo el
consentimiento de Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo. Entonces empezó los estudios
históricos y arquitectónicos que duraron seis meses, atendiendo todos los
requisitos necesarios, sobre lo cual dijo: “fue un trabajo largo y de pedir el
consenso a la Conferencia
Episcopal. Todos los Obispos estuvieron de acuerdo, en cuanto
a la solicitud”.
Todo fue enviado a Roma y gracias al Padre Humberto
Gonzáles que estaba allá, se logró la aprobación como Basílica en tres meses.
El 4 de agosto de 2012, fue proclamado el templo como La Basílica Menor de La Inmaculada , en
ceremonia especial, que fue presidida por el Nuncio Apostólico, Aldo Cavalli.
El sacerdote y su vocación
“Que bueno ser como él”, pensó el entonces niño de 4
años, Fabio Mejia Restrepo, al ir por primera vez a la Santísima Misa en
la parroquia de Cristo Rey de Manizales, acompañando a su abuelo, ya que su familia
vivía en Cali. “Yo sentí ese llamado. El deseo de ser sacerdote. Nunca pensé en
otras alternativas”, precisó.
Luego viajo a Cali. Allí estudio con los padres
Franciscanos, lo que le permitió continuar afianzando su vocación. Después con
su familia y por asuntos de negocios regresaron a Manizales. A los 12 años
entró al Seminario Menor en Manizales, como interno. “En el Seminario Mayor, al
primer año de filosofía entramos 57 jóvenes, de ellos llegamos a la ordenación
cinco, de los cuales viven dos”, dijo. Luego estudio teología, pero siempre
deseo ir al exterior, Su sueño de continuar sus estudios los estudios de Teología
en el exterior, se cumplió, cuando el rector del seminario, hoy Obispo de Buga,
Monseñor Rodrigo Arango, le dijo: “Ha llegado una beca para ir a estudiar por 4
años a Roma. Te hemos escogido a ti”. En lo que fue apoyado económicamente para
su sostenimiento por su familia. Allá asistió a la Universidad
Pontificia Gregoriana y recibió su diaconado en Alemania. Poco
después de regresar, en febrero de 1972, fue ordenado por Monseñor Arturo Duque
Villegas.
Otros
encargos pastorales
Fue nombrado como Vicario Parroquial para Neira.
Después como profesor durante 5 años en el Seminario Menor de Manizales y en
1977 pidió permiso para ir de nuevo a Roma a obtener un doctorado en Teología.
Lo que no pudo lograr, ya que el presidente de la tesis le exigió quedarse 5
años más, pero él solo tenia permiso de Monseñor Pimiento por 2 años. Hizo una
maestría en Teología. Al regresar, fue profesor externo en el Seminario Mayor,
capellán de de las universidades Católica de Manizales y de Caldas.
En 1985, queriéndose alejar del mundo intelectual y
científico, le pidió al Arzobispo Monseñor Pimiento, que lo enviara “a una
parroquia pobre, lejana y fría. Porque quería estar con gente sencilla”. Por lo
que fue asignado a San Félix, corregimiento de Salamina, por un año. Más tarde
fue Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis de Manizales, luego párroco en Aguadas y a continuación en la Catedral. En el 2000
comenzó como Párroco de Palermo, donde estuvo por 10 años y por ultimo fue
nombrado para Salamina.
Consideraciones
“El trabajo realizado aquí en Salamina, ustedes lo
conocen. Fue una cuestión ardua, seguida, complicada a veces, difícil porque
ciertos ambientes son reacios a las intervenciones sacerdotales. Se hizo una
labor pastoral interesante y dejamos saneada la parte económica de la Parroquia. Elementos
positivos en estos dos años que he estado entre ustedes”, dijo el sacerdote Fabio
Mejia Restrepo.
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